Al realizar la selección del servicio doméstico esta es una de las dudas que abordan a muchos de nuestros clientes en el momento de tener que elegir la jornada de su empleada de hogar. Elegir una opción u otra tiene muchas más implicaciones de las que aparentemente pueda parecer ya que determinará el perfil de empleada de hogar que vamos a seleccionar.
Fija, Interna o Stay In, en servicio doméstico, supone que nuestra empleada vivirá en nuestro domicilio y convivirá con nosotros casi toda la semana. Estas empleadas suelen iniciar su jornada el lunes y terminarla el viernes noche o algunas hasta el sábado al medio día. Excepcionalmente pueden empezar el domingo noche hasta el sábado a las 10,00 de la mañana, este suele ser un caso para las empeladas de hogar que cuidan a enfermos o personas mayores que requieren de la presencia nocturna de la empelada el máximo de días posibles.
Cuando la empleada está fija corre por cuenta del empleador la manutención de la misma, entendiendo desayunos, comidas y cenas. Asimismo también corre a cargo del empleador los productos de aseo básicos.
Desde hace muchos años tener una empleada de servicio doméstico en este tipo de jornadas ha estado destinado a que llevaban menos tiempo en España por estar más desarraigadas a nivel familiar y de amigos, con lo que además de sentirse acogidas en una familia les suponía un ahorro económico muy importante.
Actualmente nos encontramos en una situación en la que la mayoría de empleadas de hogar ya llevan muchos años en nuestro país con lo que ya han establecido lazos con la comunidad, han traído a sus hijos de su país o a sus maridos, esto supone que el estar interna se ha convertido en una opción restringida a muy pocas de ellas.
El servicio doméstico se rige por las mismas normas del mercado, la oferta y la demanda, con lo que si hay mucha demanda de internas y pocas candidatas el sueldo de las empleadas sube. Y esta no es la única implicación, también ellas se vuelven más selectivas y “eligen” la opción que les supone más atractiva, evaluando la carga de trabajo, numero de miembros en la familia, casa o piso, ciudad o afueras.
Por todo lo expuesto anteriormente siempre acabamos aconsejando a nuestros clientes que elijan interna sólo en el caso de que realmente lo necesiten por tener que atender a personas mayores o enfermas o familias que los padres viajan y no pueden estar al cargo de los hijos por la noche. Hay que romper el lema de pagar por pagar la tengo siempre porque nos limitamos las opciones a otras candidatas que pueden tener un ritmo de trabajo muy superior a la interna (ésta última al estar todo el día en casa va realizando las tareas de forma que las termine en la jornada no tiene un plazo de tiempo cerrado que cumplir), que tengan un nivel superior de cocina(llevan más años en España y han adquirido mayor conocimiento: la experiencia es un grado!) y evidentemente eliminamos de un plumazo todas las casadas y con hijos en España.